Rotura de menisco. Lesiones de rodilla

La rodilla, es posiblemente la articulación más propensa a sufrir lesiones en el desarrollo de todo tipo de disciplinas deportivas. A lo largo de una serie de artículos, comenzando por el presente, se van a comentar las patologías más comunes en la citada articulación referidas al menisco, los ligamentos asociados y, las lesiones a nivel óseo.

A) COMPONENTES DE LA RODILLA

A.1) ESTRUCTURA OSEA

La rodilla se define como una articulación bicondilea compuesta por los dos cóndilos femorales que, a modo de cilindros, giran sobre la superficie casi plana de los platillos tibiales. Todos los componentes que otorgan la estabilidad son del tipo de la cápsula de la articulación, los ligamentos y los meniscos. Ofrece dos caras articulares, una para el fémur y otra para la tibia.

La rodilla esta delimitada por la siguiente estructura ósea:

1) Tibia: Limita la articulación por su parte inferior.
2) Fémur: Limita la articulación por su parte superior.
3) Rótula: Actúa como elemento de fijación de los músculos y se articula con la tibia y el fémur.

A.2) CARTÍLAGOS

Presentes en todas las zonas de contacto articular, tienen la función de proteger las mismas. En el caso de la rodilla estos elementos se conocen como “meniscos”: ubicados entre el fémur y la tibia, amortiguan los posibles contactos entre las dos superficies existentes entre ellos, distinguiéndose un menisco interno y otro externo, son elementos muy susceptibles a sufrir lesiones.

A.3) CÁPSULA ARTICULAR

Se trata de una especia de red que recubre la articulación.

A.4) LIGAMENTOS

Existen cuatro estructuras ligamentosas fundamentales que estabilizan la articulación:

1) Ligamentos laterales: Interno y externo.
2) Ligamentos cruzados: Anterior y posterior

B) LESIONES DE MENISCO

Son las lesiones más comunes en el complejo estructural de la rodilla. El elemento en cuestión, se divide en dos zonas: una vascularizada sita en la zona externa y, otra no vascularizada, en la zona interna. En caso de lesión, si afecta a la primera zona, cabe la posibilidad de cicatrización, la cuál no es posible si se localiza en la segunda.


B.1) FUNCIONES DEL MENISCO

a) Absorbe los choques y/o transmisiones de carga en la articulación: evita el impacto entre el fémur y la tibia, gracias a su estructura elástica soporta las tensiones provocadas por el apoyo de la pierna.

b) Ayuda a lubricar la rodilla: mediante la secreción del líquido sinovial.

c) Limitación de los extremos de la flexión y extensión: actúa como tope.

d) Estabilizador de la rodilla

Con la edad el menisco va perdiendo parte de su porcentaje de agua, la pérdida de hidratación implica una disminución en su elasticidad, un proceso degenerativo que hace la zona más frágil, facilitando su ruptura.

B.2) MECANISMOS DE RUPTURA MENISCAL

Estadísticamente, el menisco interno es más propenso a la ruptura, como consecuencia de la aplicación crítica de fuerzas de tracción, compresión o una suma de ambas.

El mecanismo lesional más común es la suma de soportar el peso corporal y, un movimiento incorrecto en la zona, esto es, forzar la flexión unida a la rotación de la articulación; o bien, una extensión unida de nuevo a la rotación. Ambas confluencias de esfuerzos, provocan la compresión del menisco, cuando la acción se produce de una forma más violenta o bien de manera muy reiterada, puede producirse la lesión. El sentido de la rotación, determina la zona afectada del menisco.

B.3) FACTORES QUE FAVORECEN LA RUPTURA

1) Laxitud ligamentosa: Facilita el mecanismo lesional en extensión principalmente.

2) Insuficiencia muscular: Hace que la rodilla este más desprotegida, existe una menor estabilidad de la misma.

3) Hábitos laborales: ciertas profesiones exigen con frecuencia posturas forzadas en flexión.

4) Desviación de las rodillas en valgo o en varo: esto provoca una mayor compresión en ciertos compartimentos de la rodilla. En genu varo, las rodillas separadas con forma de “( )”, se produce una mayor compresión en la zona interna de la rodilla. En genu valgo, con rodillas en forma de “X”, se produce mayor compresión en el compartimento externo.

5) Obesidad: A mayor peso la presión a soportar en la rodilla es mayor.

6) Esfuerzos violentos: La práctica deportiva, la ejecución de gestos extremos, aumenta el riesgo de lesión.

7) Desgaste: En ocasiones, el mecanismo lesional puede ser algo tan cotidiano como bajar una acera o un peldaño, se da un apoyo un poco más fuerte de lo habitual sobre esta estructura ya castigada y se acaba por romper.


B.4) SÍNTOMAS DE ROTURA MENISCAL

1) Dolor: En un principio no presenta una ubicación definida, con el tiempo se suele ubicar en la zona posterior. Es habitual que el dolor aparezca en acciones de la vida diaria como son subir y bajar escaleras o cuestas.

2) Antecedentes traumáticos: El sufrir un episodio con una acción violenta en las situaciones anteriormente descritas (flexión o extensión unidas a la rotación).

3) Derrame sinovial: Como respuesta inflamatoria a la lesión de la estructura meniscal Este derrame, ocasiona un aumento de presión en la rodilla que, En las situaciones en la que la presión es grande, hace necesaria la punción para extraer el líquido.

4) Bloqueo: Se produce una incapacidad en la ejecución de movimientos de la rodilla, sobre todo en la extensión. El bloqueo se puede dar por:

4.1) Bloqueo antiálgico: En respuesta al dolor, los tejidos se retraen, limitando la extensión.

4.2) Derrame hemorrágico: Provoca el citado bloqueo.

5) Chasquido: El desplazamiento sobre el cóndilo de la superficie irregular del menisco provoca un ruido o chasquido. Este chasquido también puede asociarse a otras situaciones como puede ser la artrosis, con lo cual habrá que relacionar este aspecto con otros puntos diagnósticos.

B.5) DIAGNÓSTICO

1) Antecedentes: Se Debe tener en cuenta si existe un antecedente traumático. Asimismo, aspectos como la edad, hábitos, prácticas deportivas, ocupación laboral del sujeto, pueden darnos indicios de la posible lesión.

2) Exploración: Mediante palpación de puntos propensos al dolor, esto es, el espacio en la mitad de la rodilla o, la unión de tibia y fémur. Otras pruebas ,a realizar por un especialista, consistirán en flexionar la rodilla y rotar posteriormente el pie, siempre de manera suave. Si estos gestos provocan dolor, pueden significar una lesión meniscal.

3) Síntomas: Se han citado en el punto anterior.

4) Pruebas complementarias: La resonancia magnética suele ser el método más fiable, siendo prácticamente inútil la radiografía de la zona.


B.6) TRATAMIENTO

1) Frío local: efectivo durante las primeras 72 horas. Se utiliza la típica bolsa con cubitos de hielo o el cold pack (bolsa estanca con un gel en su interior que se enfría en la nevera); en caso de carecer de estos medios nos puede servir una bolsa de guisantes congelados o similar, Nunca en contracto directo con la piel para evitar quemaduras por congelación. Lo habitual es mantenerlo unos 20 minutos cada dos horas.

2) Reposo mínimo de 24 a 48 horas, para evitar aumentar la lesión.

3) Vendaje compresivo elástico, no rígido para no cortar la circulación de la sangre.

4) Elevación de la extremidad durante varios días. Si el paciente está tumbado, se coloca una almohada bajo la pierna, de forma que el pie esté más alto que el corazón. Si el paciente se sienta, apoyará la pierna sobre una silla.

5) Si existe derrame se puede aplicar un masaje con hielo o evacuatorio para disminuir el dolor.

A continuación se va a singularizar el tratamiento dependiendo de la zona afectada:

B.6.1) Lesión en la zona vascularizada:

1) Reposo de 7 a 10 días. Siguiendo las medidas anteriores.

2) Trabajo de potenciación muscular: se han de evitar esfuerzos y trabajos en las posiciones que actúan como tope en la rodilla (máxima flexión y máxima extensión). El trabajo de fortalecimiento ayudará a que la carga soportada por el menisco sea menor (nuestro preparador físico en la sección de “pico de forma” os puede ayudar en un programa de trabajo).

3) El período de dolor suele oscilar entre 10 y 20 días. Cuando hablamos de deportistas el período de descanso de práctica deportiva suele rondar el mes o mes y medio. Según la magnitud de la lesión en la estructura meniscal. Lo ideal es hacer otra resonancia control para corroborar que la cicatrización ha sido correcta.

4) En este grupo se encuentran los denominados “pinzamientos” del menisco. Son consecuencia de una compresión (normalmente en los bordes o cuernos del menisco), esto hace que se inflame el menisco a consecuencia de una pequeña rotura o desgarro de la zona. El período de recuperación suele ser de 10 a 15 días. El tratamiento es el arriba descrito.

B.6.2) Lesión en la zona no vascularizada:

Los primeros pasos son similares al tratamiento anterior en sus dos primeros puntos. El segundo es un elemento de trabajo previo a la intervención quirúrgica.

Cuando la afección en el menisco implica una intervención quirúrgica para proceder a su extirpación, cabe la duda de las bondades o perjuicios de la operación. En la intervención se procura reducir al máximo la zona a eliminar. Si la rotura se produce en una zona interna no vascularizada, se intenta extirpar el menor volumen posible para poder garantizar la funcionalidad futura del menisco; si la rotura se produce en la periferia se procede a realizar una sutura o una reinserción.

Como respuesta a la duda anterior, se ha comprobado a raíz de diversos estudios que el carecer de menisco acelera la aparición de problemas de artrosis en la articulación de la rodilla. Actualmente se ha empezado a trabajar con el implante de menisco, se trata de una técnica experimental, recomendada en pacientes propensos a la aparición de artrosis en la articulación. La técnica en si es controvertida y, precisa de ciertos requerimientos que imposibilitan a un amplio espectro de la población recurrir a la misma, entre ellos ser menor de 50 años.

http://www.menecesitas.com/2009/10/13/rotura-de-menisco-lesiones-de-rodilla/

Esguince de tobillo. Así puedes recuperarte en tiempo record

¿Quién no ha sufrido alguna vez un esguince de tobillo? El esguince, considerado una lesión ligada al mundo del deporte, es sin embargo un percance que acontece de manera frecuente dentro de las actividades cotidianas. Un mal apoyo al caminar, la acción refleja de apoyar la mano ante una caída, por ejemplo, pueden desembocar en este tipo de lesión.

En el presente post se tratará de explicar su definición, naturaleza exacta, para una correcta identificación y, los posibles tratamientos.

Se define como un daño estructural parcial en las fibras que conforman un ligamento sin llegar al punto de ruptura del mismo.

Los ligamentos, son estructuras formadas por, sirva como ejemplo gráfico, una especie de cordones fibrosos. Se ubican en todas las articulaciones del cuerpo, confiriéndoles estabilidad y, uniendo los huesos entre sí. Estos nexos de unión articular, se ven sometidos a una serie de lesiones, en su mayoría desconocidas por los pacientes, de relativa importancia dependiendo de cómo se vean afectadas las estructuras ligamentosas de la articulación.

División de los esguinces según su grado

a) Grado I

Esguinces provocados por sobreestiramiento del ligamento produciendo una leve hinchazón de la zona afectada. El tiempo de recuperación es corto, si bien debe tenerse en cuenta, para establecer dicho intervalo, la actividad desarrollada por la persona. Aceptando esta salvedad, la duración del mismo puede estimarse entre10 y 20 días.

b) Grado II

Este grado se alcanza cuando se produce la ruptura parcial del ligamento. Sus efectos se perciben de forma inmediata, apareciendo una hinchazón instantánea de la zona afectada. El tiempo de recuperación aumenta de manera lógica y significativa a periodos comprendidos entre 20 y 40 días.

c) Grado III

Dentro de este grupo se encuadran las roturas de ligamentos. Llegados a este punto, conviene aclarar que si consideramos el diagnóstico de esguince, se entiende que no va a recurrirse a tratamientos de índole quirúrgica. El tiempo de recuperación será imperativamente superior, 8 semanas de promedio, al tener que cicatrizar el ligamento.

Causas de los esquinces

A diferencia de otro tipo de lesiones, aparece de forma fortuita, a consecuencia de un hecho concreto, en este caso, un estiramiento por encima del límite de elasticidad del ligamento, al ser éste el primero en absorber los estiramientos a los cuales son sometidas las articulaciones.
Síntomas del esguince

A continuación, se van a definir los síntomas más comunes y, reconocibles:

A) Dolor intenso en la articulación: Suele derivar en la imposibilidad de mover la articulación afectada.

B) Inflamación de la zona afectada: Se distingue fácilmente de una luxación o fractura, que pueden aparecer por las mismas causas, al no presentar deformidad la articulación afectada; obviando la hinchazón inherente al esguince, el aspecto es normal.

C) Aparición de hematomas: Es menos frecuente e implica la ruptura de algún vaso sanguíneo de la zona afectada.

D) Calor local: Incremento de la temperatura en la zona, derivado de la inflamación.

E) Alteración de la sensibilidad localizada en la zona del ligamento lesionado.

Prevención

Sin lugar a dudas, como en todo tipo de lesiones, la prevención es el mejor tratamiento. A continuación pasamos a exponer una serie de consejos para prevenir esguinces:

a) Calentamiento

Un calentamiento “adecuado”, proporcionará a las articulaciones la preparación necesaria para evitar percances. Se debe aplicar en cada caso una tabla de ejercicios próximo en grado de exigencia a la actividad física a realizar. Es vital preparar nuestro cuerpo.

b) Propiocepión

Dentro del campo profesional, los trabajos propioceptivos son cada vez más habituales. Se entiende por propioceptivo, el conjunto de procesos necesarios para preparar la articulación ante los posibles mecanismos de una lesión. Este concepto, será debidamente tratado en un futuro artículo dada su importancia.

Tipos de tratamiento del esguince

A continuación, se van a presentar una serie de posibles tratamientos, los cuales pueden combinarse si es menester, en función de la gravedad del esguince.

1) Tratamiento primario

Este tratamiento se basa en acciones sencillas, pudiendo realizarse de manera particular, siendo muy útil y efectivo en todo tipo de esguinces si bien, en casos graves o, si se quiere reducir el periodo de recuperación, debe combinarse con los dos siguientes. Consta de 4 procesos:

A) Reposo

Es imprescindible en el proceso de recuperación. Debemos eliminar las posibles cargas sobre la articulación afectada durante un periodo mínimo de 24 a 48 horas. En el caso de tratarse del tobillo o la rodilla, se puede optar por una carga parcial, es decir, se apoya el pie pero no se carga el peso o bien descargar la zona por medio de muletas evitando apoyar el pie.

B) Aplicación de frío

Como se explicó en el artículo anterior, el hielo es un antiinflamatorio natural. Debemos aplicar frío durante las primeras 48 horas cada 2 horas 15 minutos.

C) Compresión

Se debe comprimir la zona lesionada con un vendaje elástico. Éste protege el ligamento lesionado y reduce la inflamación. La tensión del vendaje debe ser firme y uniforme, evitando aprietes excesivos. No es conveniente mantener el vendaje compresivo pasadas las primeras 48 horas.

D) Elevación

Mientras se aplica hielo, es conveniente elevar la zona lesionada por encima del nivel del corazón. Se recomienda este procedimiento en las horas inmediatamente posteriores a la lesión, con el vendaje de compresión colocado.

2) Tratamiento con medicamentos

Existen una serie de medicamentos como el paracetamol para el dolor. Los antiinflamatorios no esteroideos son igualmente efectivos para el control del dolor, presentando mayores efectos secundarios, con la ventaja de poder reducir el tiempo de curación. El uso de este tipo de medicamentos, siempre bajo prescripción médica, esta justificada si se prima una vuelta rápida a la actividad.

3) Tratamiento fisioterápico

Este tipo de tratamiento debe realizarse bajo el control de un fisioterapeuta. Consta de los siguientes procesos:

A) Movilización temprana

Consiste en ir aumentando de manera paulatina el rango de movimiento de la articulación. Se debe trabajar sin llegar al umbral del dolor.

B) Baños de contraste

Junto con la aplicación de frío, nos ayudará a disminuir la inflamación.

C) Reducir la inflamación

Se comienza con un buen masaje para drenar la articulación, aplicando de manera conjunta técnicas para reducir la inflamación, siendo el más utilizado y útil la aplicación de ultrasonidos.

D) Fortalecimiento de los músculos

Tras el período de inmovilización la musculatura se encuentra debilitada. El objetivo de esta técnica es potenciar los músculos que circundan la articulación para, de esta forma, aumentar la resistencia de la zona afectada, evitando que se reproduzca la lesión.

E) Reeducación propioceptiva

http://www.menecesitas.com/2009/10/14/esguince-de-tobillo-asi-puedes-recuperarte-en-tiempo-record/

Rotura de ligamento cruzado

robablemente nos encontramos ante una de las lesiones más temidas por futbolistas, baloncestistas, esquiadores y, deportistas en general. Los motivos son derivados del tiempo de recuperación de la misma que prácticamente implica perderse la temporada , la posibilidad real de no recuperar el nivel de movilidad previo a la lesión y, el obligado paso por el quirófano en el caso de los deportistas, algo opcional aunque recomendable en los no practicantes, si se quiere volver a competir. Aquí lo sabrás todo sobre esta lesión en la rodilla.

A) LIGAMENTOS DE LA RODILLA

Los ligamentos son haces de fibras de colágeno que tienen como función limitar el desplazamiento de la articulación por encima de los límites anatómicos y biomecánicos.

A.1) Ligamentos de la rodilla

1) Ligamento cruzado anterior (LCA): Es la estructura que se lesiona con mayor frecuencia, en ella nos centraremos en el artículo.

2) Ligamento cruzado posterior (LCP)

3) Ligamentos laterales externo/interno: Se comentarán sus pormenores en el siguiente artículo.

B) LESIONES DE LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR

Pese a haber comentado con anterioridad este tipo de lesiones, en este artículo se hará referencia concreta a las roturas y, la solución quirúrgica de las mismas.

El ligamento cruzado anterior es el freno principal (en un porcentaje aproximado del 90%) al desplazamiento anterior de la tibia, limita la rotación tibial y la angulación externa e interna de la rodilla cuando está completamente estirada.

Las mujeres tienen una mayor propensión a lesionarse el LCA dadas sus características anatómicas: mayor laxitud articular, pelvis más ancha lo cual condiciona una rotación externa de la tibia, el lugar donde se aloja el LCA en la rodilla (escotadura).

C) ¿CÓMO SE PRODUCE LA ROTURA DEL LIGAMENTO CRUZADO?

El mecanismo de rotura se fundamenta en un cambio brusco de dirección de la rodilla al decelerar de manera súbita. Un ejemplo gráfico de tal circunstancia es la realización de un mal apoyo de la extremidad tras un salto o bien, parar de manera precipitada durante una carrera
Los efectos de la rotura se traducen de manera clara en la expresión tan manida por los deportistas que la sufren de: “ se me ha quedado la rodilla clavada”

D) SÍNTOMAS DE LA ROTURA

- Se siente e incluso se puede llegar a oír un chasquido en el interior de la rodilla.
- Aparece una inflamación moderada o severa.
- Dificultad para apoyar la extremidad lesionada.
- Limitación para doblarla y estirarla, normalmente provocado por el dolor.
- Ante una exploración de la rodilla, el paciente refiere sentirla dolorida.
- Tendencia a mantenerla en semiflexión.
- Impotencia funcional a la marcha.

E) DIAGNÓSTICO

- En la lesión de ligamentos cruzados, serán positivos el signo del cajón anterior en caso de lesión de LCA, o del cajón posterior en caso de lesión del LCP.; en presencia de una lesión de LCA aguda, el signo del cajón anterior puede ser negativo. Son necesarias muchas veces otras pruebas.
- El estudio radiológico en dos planos permitirá descartar la existencia de fracturas o arrancamientos óseos a nivel de las inserciones de los ligamentos.
- Para una correcta valoración se precisa una resonancia magnética. Se debe tener en cuenta que en el momento de producirse la lesión y, en ciertas ocasiones debido al hematoma interno existente, se hace difícil el ver de forma correcta el estado del ligamento.
- El diagnóstico inicial es por lo general difícil, debido al dolor y, a las posibles lesiones combinadas y asociadas a lesiones meniscales (frecuente la lesión del ligamento lateral interno y menisco interno, la temida “tríada”), pero desde el punto de vista ligamentario, el clínico debe precisar si la lesión afecta a las estructuras periféricas del compartimiento interno o externo, o si afecta a los ligamentos cruzados (el LCA. es el más frecuentemente lesionado, siendo el LCP. sólo ocasionalmente afectado).
- La evolución natural de una ruptura de ligamentos conlleva a la inestabilidad crónica de la rodilla, provocando en el paciente la sensación de inseguridad en la misma, impidiéndole por ende la actividad deportiva y, limitando muchas actividades de la vida sedentaria.

F) SITUACIONES CON TRATAMIENTO NO QUIRÚRGICO
Existen una serie de situaciones en las cuales no es recomendable o bien, no se considera imprescindible la intervención y que se enumeran a continuación:
- Tratarse de una persona mayor y con un nivel de exigencia física diaria baja.
- Presentar un grado de inestabilidad de la rodilla mínimo.
- Inexistencia de lesiones asociadas.

F.1) La no intervención quirúrgica implica:

1) Capacidad del lesionado para cumplir con un programa de rehabilitación prolongado: reforzamiento muscular (cuadriceps, isquiotibiales).
2) A menudo se precisa una rodillera estabilizadora para realizar determinadas actividades deportivas (especialmente en las que existe un stress rotación al de la rodilla) o, simplemente para caminar (decisión personal y opcional).
3) Probablemente cambiar el nivel y tipo de actividad deportiva. En el caso de ser muy exigente.

G) TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Las opciones de cirugía han ido variando a lo largo de los años, actualmente se mantiene un patrón establecido y generalizado: la artroscopia. Esta técnica en sus albores habitual en la rodilla, se ha ido extendiendo al resto de las articulaciones. Anteriormente se empleaban cirugías abiertas y, pese a la existencia de partidarios de dicha técnica, se ha demostrado la artroscopia como mejor opción. Del mismo modo ha habido variaciones en cuanto a la plastia empleada para sustituir el ligamento roto.

G.1) Técnicas utilizadas
1) En un principio se empleaban plastias artificiales actualmente en desuso.

2) Autoinjertos con dos opciones:
- Plastias “hueso – tendón – hueso” a partir del tendón rotuliano. Obtenido del extremo inferior de la rótula, tendón rotuliano y tuberosidad tibial anterior. Esta zona de donde se obtiene el injerto se regenera por completo y al año muestra las mismas características que presentaba anteriormente.
- Plastias obtenidas de los tendones situados en la parte posterior de la rodilla (denominados “pata de ganso”).
-
3) Aloinjertos: Tendones obtenidos a partir de un cadáver. Ante los efectos que provoca la extracción de las fibras de un tendón de la propia persona: sangrado, inflamación, alteración de la estructura afectada. Es una opción de futuro con grandes posibilidades.

H) TRATAMIENTOS PREVIOS Y POSTOPERATORIOS

H.1) Previo a la intervención
- Hielo para disminuir la inflamación: Los tres primeros días cada dos horas de 10 a 15 minutos. A partir de esos tres primeros días al menos tres veces al día.
- Evitar el apoyo de la pierna en esa semana posterior a la lesión, será necesario el apoyo de muletas.
- Si el tiempo de espera a la intervención se alarga. Se debe retomar la actividad para mantener la fuerza de la pierna. Es conveniente realizar actividades como la natación o, la bicicleta sin resistencia ( si la rodilla lo permite). Además de ejercicios de fortalecimiento de la pierna, se puede emplear la electroestimulación.

H.2) Tras la intervención:

Los plazos de la recuperación son variables y, están comprendidos entre los 4 y los 6 meses.

A continuación se van a exponer una serie de indicaciones para una correcta rehabilitación de la zona ordenadas de manera cronológica:

1) Primera semana
- Reposo absoluto.
- Hielo: 15 minutos cada dos horas.
- Posibilidad de electroestimulación del cuadriceps y la musculatura posterior (isquiotibiales).
- Ejercicios activos de extensión de la rodilla.
- Movimientos pasivos de la rodilla buscando la flexión, dentro del rango que nos permita la rodilla.
- Desplazamiento mínimo (siempre con muletas)

2) Segunda semana
- Desplazamiento con muletas (carga parcial)
- Hielo tres veces al día.
- Ejercicios activos de flexión de la rodilla (hasta 90º).
- Masaje drenante para disminuir la inflamación.
- Retirada de los puntos.

3) Tercera semana
- Movilización de la rótula
- Marcha sin muletas, reeducar la marcha.
- Ejercicios activos de flexión de la rodilla hasta el umbral del dolor.
- Ejercicios en piscina

4) Cuarta semana
- Flexión pasiva de la rodilla, forzándola, se suele trabajar entre los 90 – 110 º.
- Entrenamiento propioceptivo y de equilibrio.
- Ejercicios para potenciación de la pierna.
- Inicio de trabajo con bicicleta, buscando insistir también en la extensión de rodilla.

5) Semanas posteriores:
- Ir forzando la rodilla hasta llegar a los rangos de movimiento habituales, tanto de flexión como de extensión.
- Ir aumentando poco a poco la intensidad de las actividades: trote suave, carrera…
- Los ejercicios propioceptivos son fundamentales para la correcta recuperación de la rodilla.
- Ejercicios de fortalecimiento de la musculatura anterior y posterior de la pierna.
- Como se había citado el tiempo para retomar la práctica deportiva oscila entre 5 y 6 meses. Para la vida cotidiana y laboral está entre el 3 y 4 meses.
- La recuperación completa de la rodilla suele rondar período de un año.

http://www.menecesitas.com/2009/10/19/ligamento-cruzado-la-lesion-mas-temida/

Tipos de lesiones musculares y tratamiento

En esta ocasión recurro a otro colega diplomado en fisioterapia el Sr. Ion Goldaraz, en cuya carrera profesional destacan sus labores como fisioterapeuta tanto en un centro de Mutua de accidentes laborales.

Introducción a las lesiones musculares

Como se suele comentar en esta sección, este tipo de lesiones, asociadas a la práctica deportiva, pueden sufrirse también, aunque en menor medida, en actividades cotidianas y laborales. Este artículo, se centrará en el ámbito del deporte, analizando las causas, síntomas, prevención y posibles tratamientos, remarcando la necesidad de supervisión de un fisioterapeuta en tales procesos.

Causas de las lesiones musculares

A continuación, se van a exponer una serie de factores por los cuales una persona puede sufrir estos percances:

A) Factores internos:

Los siguientes parámetros deben estar equilibrados para evitar riesgos:

- Equilibrio adecuado de sales y electrolitos.
- Existencia de reservas de energía en el músculo (glucógeno).
- Estado nutricional equilibrado antes y durante la práctica deportiva.

Asimismo, se debe tener en cuenta:

- Realizar el calentamiento y estiramientos de la musculatura, centrándose de manera específica en las zonas de mayor exigencia y, teniendo en cuenta el tipo de actividad a realizar.

- Posturas adecuadas: Una técnica depurada a la hora de realizar las tareas y ejercicios y, realizar los apoyos de manera correcta elimina posibilidades de lesión.

B) Factores externos:

Son factores ajenos generalmente aleatorios:

- Golpes o contusiones con objetos, superficies o bien, con otras personas.
- Ambientales: Temperatura, humedad, etc.

Tipos de lesión muscular

Se dividirán en dos grupos, en este artículo únicamente se van a exponer las lesiones sin componente traumático dejando, debido a su extensión, las provocadas por contusiones, compresiones o torsiones (denominadas “con componente traumático), para entregas posteriores.

A continuación se presentaran las dolencias características al primer grupo; definiéndolas y, presentando el tratamiento más apropiado para las mismas.

A) Sin componente traumático:

En este caso la causa de la lesión proviene de un sobreesfuerzo. Las dolencias asociadas a este tipo de lesiones son las siguientes:

A.1) Agujetas o dolor muscular de aparición tardía

a) Definición y sintomatología :

Son micro – roturas de fibras musculares que derivan en una reacción inflamatoria de la zona muscular afectada, liberando sustancias que estimulan las terminaciones nerviosas próximas produciendo dolor muscular, pesadez y, pinchazos lo cual incapacita para la realización de ciertos movimientos.

b) Causas:

Este tipo de molestia, se manifiesta en individuos con escasa actividad física, al realizar esfuerzos o ejercicios, aunque también se presenta en personas activas sometidas actividades físicas exigentes en cantidad o calidad o bien, al realizar ejercicios diferentes a las habituales.

c) ¿Como evitar su aparición?

La realización de un calentamiento adecuado que incluya estiramientos progresivos previos y posteriores a la actividad, así como eludir esfuerzos por encima de nuestra capacidad física, garantiza en gran medida la ausencia de este tipo de dolencia.

d) Tratamiento

La aplicación de hielo, en las condiciones explicadas en artículos anteriores y, la realización de actividad física muy suave ayudan a atenuar los síntomas.

A.2) Calambres

a) Definición y sintomatología :

Es una contracción muscular involuntaria, intensa y, dolorosa que afecta a varios grupos de fibras musculares. Su duración no suele ser muy prolongada, siendo muy frecuente la afección en la zona de la pantorrilla, conocida popularmente como “Subirse la bola”.

b) Causas:

Este tipo de molestia, suele aparecer al comienzo de la actividad por causas de un calentamiento inadecuado o deficiente, o al final por efecto de la fatiga y la deshidratación. Esta dolencia siempre esta asociada a un sobreesfuerzo, acompañado de un desequilibrio electrolítico en el músculo.

c) ¿Como evitar su aparición?

Una hidratación adecuada y, la ingesta de bebidas isotónicas, reducen la aparición de los calambres. Si se es propenso a padecer esta molestia, tomar baños calientes de manera asidua añadiendo sal gorda o, sales de baño calmantes (Castaño de Indias, Hammamelis o Lavanda) junto con ligeros masajes antes y después de la actividad, son también una buena medida, así como, al igual que se ha comentado en el apartado anterior, la realización de un calentamiento adecuado.

Una dieta con un buen aporte vitamínico y mineral (plátanos, naranjas),agua abundante y sales (verdura),.reduce igualmente la posibilidad de aparición de calambres

d) Tratamiento

Es primordial cesar en la actividad de inmediato y, realizar estiramientos pasivos en la zona lesionada. Posteriormente, se debe mantener el músculo en posición de elongación (en el caso antes citado del gemelo, por ejemplo, se debe flexionar la punta del pie hacia arriba) hasta que la vuelta a la situación normal del mismo no desencadene nuevos calambres.

En la mayor parte de los casos, el reposo posterior de la zona consigue recuperarla totalmente no obstante, es conveniente la aplicación de un ligero masaje, aplicando alguna pomada antiinflamatoria.

A.3) Contracturas

a) Definición y sintomatología :

Es la contracción mantenida de un grupo de fibras musculares. Aparece de forma súbita y afecta al paciente durante varios días, durante los cuales siente una especie de “bola o nudo” en la zona y, al tacto tiene la sensación de que se le “monta o salta” en el músculo afectado

b) Causas:

Aparece por fatiga mecánica o, reiteración de gestos o posturas, lo cuál provoca la limitación funcional del músculo

c) ¿Como evitar su aparición?

Las mismas sugerencias realizadas en los apartados anteriores, suelen ser útiles para evitar esta patología.

d) Tratamiento

Principalmente reposo. La aplicación de calor seco, en las condiciones explicadas en artículos anteriores y, el uso de pomadas que contengan metil-salicilato ( reflex gel o radio salil), suelen ser muy efectivas.

http://www.menecesitas.com/2009/10/26/tipos-de-lesiones-musculares-y-tratamiento/

La pedrada en el gemelo

La zona de los gemelos es, sin lugar a dudas, una de las más propensas a afecciones que sufren los corredores. Es muy común escuchar en la consulta a deportistas que, sin variar sus rutinas de entrenamiento, después de llevar una temporada corriendo, notan sobrecargas en la citada zona. Asimismo, suele ser también habitual, una vez aparece la molestia en una de los gemelos, que se empiece a notar en la pierna contraria. Surgen entonces preguntas sobre la correcta ejecución de los ejercicios, la excesiva carga de entrenamientos, las posibles deficiencias en la alimentación, la correcta elección del calzado, etc…

Como se observa, los factores con innumerables y, es difícil discernir la naturaleza exacta de esta patología que, por norma general, es consecuencia de la conjunción de varios factores y, ocasiona trastornos en el ritmo de entrenamiento y de competición pudiendo incluso a propiciar la suspensión de la actividad, con los consiguientes perjuicios en el caso de deportistas profesionales.

En este artículo, se va a tratar la lesión más común de la zona, sus causas, como prevenirlas y, en último caso su tratamiento.

1.- LA “PEDRADA”

1.1.- Sintomatología

Es una de las dolencias más conocidas y padecidas. El paciente nota un pinchado, un dolor agudo que se suele localizar en la parte interna del gemelo en respuesta a la contracción brusca de las fibras musculares, pudiendo producirse dependiendo de la gravedad, desde una contractura hasta una rotura de diverso grado. No se conoce un motivo exacto de la lesión, a pesar de los múltiples estudios realizados, pero si se reconocen ciertos aspectos que pueden favorecer su aparición.

1.2.- Causas:

1.2.1: Características del músculo

El gemelo, es un músculo biarticular, al formar parte con los isquiotibiales en la flexión de rodilla y junto al soleo, en la extensión del tobillo. Este tipo de músculos poseen una proporción muy elevada de fibras rápidas lo que les hace más propensos a este tipo de lesiones. Un estiramiento brusco y desproporcionado, la incoordinación neuromuscular o, la parada brusca, son las causas más comunes para padecer esta patología.
.

a)Prevención: Sólo cabe incidir en el trabajo propioceptivo de ambas articulaciones incluyendo los músculos solidarios a los mismos.


1.2.2: Fatiga muscular

Es una de las causas con mayor influencia en este tipo de lesión. Es común, extralimitarnos en la actividad física, no respetar los pertinentes periodos de descanso o, desconocer el umbral de riesgo de un ejercicio o actividad física lo cuál deriva en una sobreexposición del músculo a este tipo de riesgos.

a)Prevención: Es vital ser conscientes de la importancia del descanso como complemento a una correcta recuperación. Asimismo, una carga de entrenamientos proporcionada a nuestro nivel, reducirá en gran medida todo tipo de riesgos.

1.2.3: Pérdida de líquidos y sales

Es otro de los factores establecidos como más habituales y, se produce debido a la sudoración derivada del ejercicio, desencadenando todo tipo de roturas y problemas musculares.

a)Prevención: Se debe mantener unas rutinas de hidratación lógicas, bebiendo por ejemplo, en el caso de esfuerzos prolongados, antes de que aparezca la sed que es una respuesta al desequilibrio de sales y agua del organismo. Asimismo, las bebidas energéticas, suponen una ayuda fundamental para recuperar las sales perdidas.

1.2.4: Condición neuromuscular deficiente

Dicho de otra forma, insuficiente flexibilidad y escasa tolerancia al esfuerzo.

Un trabajo deficiente o inadecuado a la hora de realizar los pertinentes estiramientos (fundamentales en el trabajo de prevención de lesiones) o, personas con taras físicas propias, como tendencia al acortamiento de la zona por un desarrollo excesivo de la masa muscular, derivan en un riesgo mayor a sufrir estas lesiones.

a)Prevención: Realizar estiramientos activos tras el calentamiento y, pasivos asistidos tras la actividad.

1.2.5: Calentamiento inadecuado

Unido al factor anterior, es una de las actividades imprescindibles para preparar la zona antes de realizar un ejercicio y, su mala ejecución provoca todo tipo de lesiones incluida la tratada.

a)Prevención: Las zonas más propensas a lesión deben gozar de un cuidado especial a la hora de realizar los calentamientos.


1.2.6: Calzado deportivo

La perdida de amortiguación u otro tipo de deterioro así como una elección inadecuada a la actividad a practicar, es otro de los factores que predispone a la lesión.

a)Prevención: Cuidar la integridad del calzado y, elegir correctamente el tipo en función de la demanda.

1.2.7: Ejercitarse sobre superficies irregulares frecuentemente

Provocando una carga mayor en una zona determinada.

a)Prevención:
Correr por superficies lo más regulares posibles y, a ser posible, que absorba los impactos. Debemos tener especial cuidado en terrenos como el monte o el asfalto.

1.2.8: Lesiones anteriores

Sobrecargas, problemas en el tendón de Aquiles, rodilla o tobillos (que actúan en su funcionamiento), favorecen la aparición de este tipo de lesión.

Si la zona afectada, ha sufrido una recuperación deficiente y ha cicatrizado mal, se convierte en un punto frágil favoreciendo la aparición de nuevas lesiones en la zona.

a)Prevención: Es evidente, si conocemos la fragilidad de una determinada zona, se debe realizar un trabajo de preparación y recuperación de los esfuerzos más específico en la misma.


1.2.9: Alteración de la columna

Cuando comienzan a aparecer con frecuencia este tipo de lesiones, toda zona vinculada a la lesión, por colateral que sea debe ser estudiada, incluida posibles malformaciones congénita o inducidas en la columna.

a)Prevención: No debemos descuidar otras zonas periféricas, como es el caso de la columna, y centrarnos en las zonas lesionadas en detrimento de las mismas ya que, en muchas ocasiones, las causas se encuentran en las mismas y no en las directamente afectadas.


1.2.10: Mala salud general e higiene inadecuada

Los malos hábitos alimenticios, la falta de descanso, el alcohol, el tabaco y otros, suelen influir de manera determinante.

a)Prevención: Fomentar los buenos hábitos.

1.2.11: Condiciones ambientales: Frío y humedad

Este tipo de condiciones dificultan la entrada en calor del músculo, favoreciendo la aparición de lesiones.

a)Prevención: La utilización de cremas de calor, un buen calentamiento y, el empleo de ropa deportiva adecuada, evitará el riesgo de lesión.


1.3.- Tratamiento:

Los tiempos de recuperación y tratamiento se establecen en función de la lesión. A continuación establecemos unas pautas para su realización.

1ª Etapa (48-72 h)

a) Objetivo: Disminuir el dolor y la inflamación.

b) Actuaciones:

Aplicación de hielo: Debe aplicarse cada 2 horas durante 10-15 minutos, teniendo en cuenta que no se produzca un enrojecimiento excesivo de la zona que pudiera derivar en quemadura.

Compresión: Mediante vendaje, nos ayudará a recuperar la zona.

Descarga/reposo: Es lo más difícil de regular, pero quizás lo más importante. La zona debe estar sin apoyar, en reposo o con la menor actividad posible.

2ª Etapa (3 días a 1 semana)

a)Objetivo: Mejorar el rango de movilidad. Recuperar el rango de movilidad tras el periodo de descargo y reposo resulta fundamental en este periodo de tiempo.

b)Actuaciones:

Aplicación de calor: Una vez reducida la inflamación, la aplicación de calor mejorará la condición trófica del músculo, facilitando el calentamiento de la zona previo al trabajo de movilización.

Movilización: Se trabajará la zona para recuperar completamente su movilidad.

Electroterapia: Empleando el ultrasonido como elemento principal.

Contracciones isométricas: a cicatrización debe ser lo más pequeña y funcional posible. Las contracciones isométricas a partir del 4º o 5 º día, favorecen la orientación adecuada de las fibras lesionadas.

Estiramientos: Sólo se realizarán en esta fase, si se trata de una distensión que no llegue al grado de rotura.

Masaje: Algunos especialistas lo desaconsejan hasta la cicatrización de la lesión tanto en roturas parciales como totales ya que su aplicación, puede ocasionar un nuevo sangrado de la zona dañada. Sin embargo, si se emplean técnicas poco agresivas puede resultar muy beneficioso, sin presentar contraindicación alguna.

3ª etapa (1 a 3 semanas)

a)Objetivo: Mejorar la fuerza, elasticidad y resistencia.

b)Tratamiento:

Isométricos: Continuando con el trabajo iniciado anteriormente.

Potenciación: Se pueden incluir ejercicios activos.

Estiramientos: Trabajo de estiramientos activos-asistidos y pasivos.

Propiocepción: Enfocado a recuperar la sensaciones, muchas veces se cree que el trabajo de recuperación se centra exclusivamente en la articulación pero, también se puede trabajar el músculo, buscando que sea capaz de reaccionar a las sensaciones de desequilibrio.


4ª etapa (4 a 6 semanas)

a)Objetivo: Retomar la competición o la actividad.

b)Tratamiento:

Entrenamiento específico: Se incidirá en el fortalecimiento o potenciación muscular por medio de ejercicios que reproduzcan las condiciones de la competición.

Se comenzará con el trabajo excéntrico de baja velocidad para incrementar la formación de sarcómeros y la recuperación de las estructuras musculares.
Algunos estudios acreditados, indican que el trabajo del grupo muscular contralateral influye de forma positiva en la recuperación del grupo muscular lesionado. Este hecho, ha de tenerse en cuenta a la hora de desarrollar un programa de ganancia de fuerza muscular de la zona afectada, pudiendo utilizar esta técnica en las primera fases en las cuales esta contraindicado el movimiento del segmento afectado.

Práctica deportiva: El objetivo principal desde el momento en que se produce la lesión, es retomar la actividad deportiva. A veces, el ansia de retomar la actividad produce recaídas al recortar los periodos de inactividad. Antes de competir debe tenerse en cuenta:

1)Realizar una ecografía: Para comprobar la correcta cicatrización.

2)Recuperación muscular: La masa muscular del lado lesionado ha de ser igual a la del lado sano tanto en el aspecto de fuerza como en elasticidad.

3)Ausencia de dolor: Es una regla fundamental. Antes de retomar la competición se debe estar seguro de que las sensaciones son buenas y que el dolor ha remitido. En caso de reaparecer el dolor, debe suspenderse la actividad.

Estiramientos de la zona dañada: Es muy importante realizarlos antes y después de la actividad.

Aplicación de un vendaje funcional: Es conveniente cuando se retoma la actividad deportiva, aplicar este tipo de vendajes para aumentar la seguridad del deportista pero, teniendo cuidado de no convertirlo en una rutina para el futuro.

http://www.menecesitas.com/2009/12/09/la-pedrada-en-el-gemelo/

Qué no te engañen ni masajistas ni quiroprácticos ni curanderos

Día a día nos encontramos con gente que se ofrece para curarnos: masajistas, quiroprácticos, curanderos… los cuales pese a las diferencias que hay entre ellos, todos tienen un denominador común, carecen de una titulación homologada de garantías. Analizando los estudios de estos “profesionales”, existen casos alarmantes en los cuales se evidencia las escasas garantías que nos pueden ofrecer. Por ejemplo: para poder ejercer como masajistas se imparten cursos de 40 horas, te acreditan para ejercer. La verdad, el creer que en 40 horas se puede tener una mínima idea de lo que hay en nuestro cuerpo, es ser un ingenuo. En una facultad de fisioterapia para tan sólo una parte de la anatomía de nuestro cuerpo se dan 90 horas. La comparación no precisa comentarios.

Nadie se dejaría operar por un cirujano que ofreciera dudas en sus conocimientos o titulación, tenemos claro que, a la hora de operarnos, elegiremos un cirujano con su titulo de la facultad de medicina, y si tiene mucha experiencia mejor.

En consecuencia, si ante estas situaciones no tenemos dudas, sólo pido que exijamos un mínimo para garantizar un tratamiento adecuado y bien fundamentado, ese mínimo que debemos exigir es un titulo oficial de fisioterapeuta.

La fisioterapia engloba diferentes técnicas de tratamiento, no sólo el masaje como muchos creen, de hecho este ocupa una parte del programa de estudios bastante reducido, si lo comparamos con otros campos de conocimientos necesarios. La fisioterapia debemos incluye las movilizaciones, electroterapia, estiramientos, ejercicios correctivos… y otra serie de técnicas adecuadas a cada tipo de patología.

En esta sección de salud queremos seguir tratando temas de interés general, desde lesiones, a la orden del día por lo habitual de las mismas, hasta temas planteados por ustedes mismos. El enfoque que pretendemos dar no es tan sólo el de explicar sin más la lesión; desde esta página trataremos dar sencillos consejos que cada uno pueda aplicar en su propia casa: desde ejercicios preventivos, hasta cosas que nos ayuden a disminuir el dolor o molestias, de forma que nos ayudará a completar los tratamientos prescritos.

http://www.menecesitas.com/2010/01/11/que-no-te-enganen-ni-masajistas-ni-quiropracticos-ni-curanderos/

Lumbalgia

La zona lumbar se sitúa en la zona inferior de la espalda y consta de cinco vértebras libres articuladas entre sí, a excepción de la quinta lumbar (L5) articulada con el hueso sacro. Por la parte superior se articula con la vértebra denominada duodécima dorsal (D12). Además de las mencionadas vértebras, la zona queda conformada por un complejo muscular en el cuál destaca, por su volumen, potencia e importancia, el músculo cuadrado lumbar situado a ambos lados de la columna, que genera los movimientos de la zona.

a columna lumbar permite movimientos de flexión, extensión, rotación y flexión lateral. Aloja la parte final de la médula espinal, llamada “cola de caballo”, de donde parten las 5 raíces lumbares por los orificios laterales de cada vértebra hacia los huesos, músculos, ligamentos y la piel de la región inguinal, lumbar y de los miembros inferiores.

Las lumbares además de la carga del resto de la columna, soporta los esfuerzos derivados del alzamiento de pesos, por lo cuál se debe ser muy cuidadoso al efectuar este tipo de maniobras para evitar dañar la zona. La higiene de la columna, entendiéndose por tal el conjunto de principios y normas para preservar la salud de la columna y precaver enfermedades y daños, tiene una importancia vital. En las líneas subsiguientes se exponen una serie de sencillos consejos profilácticos o medidas preventivas:

a) Mantener la espalda recta.

b) Sentarse de manera correcta

La zona sacra y de los glúteos debe estar perfectamente apoyada en el fondo del asiento. La espalda recta y unida al respaldo. Los pies apoyados al suelo. Las rodillas un poco más bajas que la cadera. Hay que evitar inclinar la espalda cuando vayamos a realizar cualquier actividad.

Es preciso incidir en las especificaciones anteriores, en profesiones que impliquen permanecer mucho tiempo sentado: Oficinistas, camioneros, etc… .

c) Cargar pesos de forma adecuada

Para elevar un peso desde el suelo, se deben flexionar las piernas y, colocar el tronco recto. Así, el esfuerzo se realiza con las piernas y los brazos.

No se deben levantar pesos con las piernas extendidas; el esfuerzo recae sobre las vértebras L4, L5 y S1, produciéndose lumbalgias muy dolorosas.

No se deben elevar pesos por encima de la cabeza, para evitar una hiperextensión de la columna sobre todo, a nivel de las vértebras L4, L5 y S1.

No se deben elevar pesos muy separados del cuerpo, para impedir el arqueo y sobrecarga de la columna.

d) Aplicación de una fuente de calor en la zona (Manta eléctrica)

Como se citaba en el artículo anterior, concerniente a la columna cervical, es un elemento importante de cara al cuidado de nuestra espalda. Prepara la musculatura, relajándola y, evitando la aparición de contracturas.

e) Realización de ejercicios específicos

Existen una infinidad de ejercicios, a título personal opino que es preferible recomendar 3 ó 4 de fácil realización para evitar problemas al practicarlos.

Se distinguen dos tipos de ejercicios:

1) Respiratorios:

Tumbado boca arriba, con las rodillas flexionadas. Se coloca una mano en el pecho y otro en la tripa. Se busca trabajar una respiración profunda para ello, la mano del pecho apenas debe subir, debiendo notar la elevación de la mano ubicada sobre la tripa, esta es la manera de verificar la correcta ejecución del ejercicio.

2) Estiramientos:

Es fundamental, como se insiste en cualquier ejercicio de estiramiento, no llegar al umbral del dolor durante la ejecución del mismo, únicamente se busca una pequeña sensación de estiramiento.

2.1.- Estiramiento 1:

Tumbado boca arriba, con las rodillas flexionadas, se toma aire; se llevan las rodillas hacia el pecho hasta notar el estiramiento de la zona lumbar mientras se suelta el aire, tomando aire a mitad de recorrido si fuera preciso – Es importante estar parados en el momento de tomar aire y, soltar el aire mientras se avanza en el estiramiento – .

2.2.- Estiramiento 2:

Tumbado boca arriba, con las rodillas flexionadas, contraer los abdominales, presionar la zona lumbar contra el suelo, doblar ambas rodillas contra el pecho. Posteriormente, con una rotación del abdomen, apretar las rodillas juntas contra el suelo lo mas cerca posible del brazo (sin despegar el hombro opuesto del suelo) para después, volver las rodillas contra el pecho y retomar la posición de partida.

2.3.- Estiramiento 3:

Similar al estiramiento 1, se realizará siguiendo las directrices del citado estiramiento pero, con una sola pierna. Este trabajo individualizado, nos permite diferenciar ambas piernas cuando existe una mayor retracción en sólo una de las piernas en la zona de la musculatura posterior, compuesta fundamentalmente por los isquiotibiales.

Normalmente al realizar el primer ejercicio, en el hipotético caso de tener alguna limitación, se notará tensión en una de las piernas antes que en la otra.

Se incide de nuevo en la importancia de hacer los ejercicios respiratorios como se ha explicado anteriormente.

2.4.- Estiramiento 4:

Tumbado con las piernas estiradas, trabajamos movimientos de los tobillos, mientras uno sube el otro baja, nos ayuda a incidir sobre la tensión del nervio ciático.

2.5.- Consideraciones a la hora de realizar los estiramientos:

Es recomendable hacer 3-5 repeticiones de cada estiramiento y, dedicar al menos 30 segundos antes y después de los mismos a los ejercicios respiratorios, ya que nos ayudan a compensar el trabajo de la musculatura lumbar y abdominal, así como a relajar ambas estructuras.

Es muy importante el equilibrio entre la zona lumbar y abdominal. Una musculatura abdominal débil, puede provocar problemas en la zona lumbar por ello conviene incluir, dentro de nuestra rutina de ejercicios, series de abdominales.

Estos ejercicios, deben realizarse con las lumbares bien fijadas para trabajar correctamente la zona deseada y no dañar el resto de las estructuras.

http://www.menecesitas.com/2010/02/22/como-curar-una-lumbalgia/

¿Sirven para algo las máquinas de los fisioterapeutas?

Siempre me he preguntado si de verdad valen para algo las “maquinitas” que utilizan los fisioterapeutas en sus consultas. ¿Os lo habéis planteado? De la hora que os pasáis el fisioterapeuta por lo menos media hora estás conectado a una máquina tipo infrarrojos, electroestimulaciones… Te lo contamos aquí. Sigue leyendo:

1) INFRARROJOS

1.1) Características Es la más sencilla, no pudiéndose considerar como una corriente al uso. Su estructura consiste en un equipo eléctrico compuesto de un reflector y un casquillo en el cual se sitúa la bombilla infrarroja. Su escasa complejidad, suele provocar en los pacientes desconfianza acerca de su eficacia.

1.2) Efectos Su efecto es el de proyectar radiación calorífica en una zona determinada, con los beneficios que ello comporta. Se suele emplear para calentar la zona afectada antes de la realización del masaje. Al igual que otras fuentes de calor, provoca analgesia y tiene acción descontracturante.

1.3) Modo de empleo El procedimiento tipo es tan simple como su mecanismo, la lámpara debe colocarse a una distancia estimada de 1 metro respecto de la zona a tratar, aunque dependerá siempre de la intensidad del foco. La sensación que debe producir ha de ser confortable, evitando en cualquier caso aplicaciones excesivas que provoquen quemaduras, lo cuál no suele ser habitual. Sus propiedades curativas son muy limitadas, es un equivalente a la manta eléctrica, alivia el dolor, pero no lo cura. Sólo actúa de forma superficial.

2) MICROONDAS

2.1) Características

Este aparato que genera calor en zonas más profundas, presenta mayor complejidad. Su intensidad es regulable en función del tejido a tratar. Esta contraindicado en pacientes con prótesis, marcapasos, embarazadas, por motivo de su funcionamiento intrínseco, al ser un sistema que transmite un tipo de ondas que recalientan los metales y, pueden provocar alteraciones en la formación del feto.

2.2) Efectos

Principalmente calor. A diferencia de la radiación infrarroja, la sensación superficial suele ser de un calor suave, y sus efectos se perciben en zonas más internas de los tejidos siendo directamente proporcionales a su intensidad.

Es una ayuda muy eficaz en la recuperación de lesiones, especialmente en las contracturas

2.3) Modo de empleo

Se suele aplicar durante intervalos de tiempo de entre 7 y 15 minutos, colocándose a una distancia prudencial del paciente, provocando en el una sensación agradable.

3) TENS

3.1) Características

Es uno de los aparatos más empleados presentándose, al igual que los demás, en diferentes modelos. Su comercialización y amplia distribución, lo convierte en un elemento muy común, pero suele producir utilizaciones incorrectas por parte de los usuarios no profesionales.

Como se ha citado, la enorme cantidad de modelos y precios, puede confundir al usuario, al existir enormes diferencias dependiendo del aparato elegido.

3.2) Efectos

Provoca una sensación de hormigueo, un ligero calambre. Actúa sobre las fibras nerviosas que tiene nuestro cuerpo para transmitir la sensación de dolor, inhibiendo esa sensación molesta. Un aparato de gama alta puede resultar muy útil para tratar el dolor de una zona determinada, siendo sin embargo sus efectos muy reducidos en caso de elegir un modelo de gama baja

Su función principal es la de analgesia de dolor.

3.3) Modo de empleo

Por sus características el tiempo de empleo puede ser casi ilimitado, aunque si se extiende demasiado, se va perdiendo la sensación de hormigueo. El tiempo de empleo varia según las características de la lesión, pudiendo llegar desde 3-4 horas, hasta tenerlo puesto toda una noche.

4) ULTRASONIDOS

4.1) Características

Es un aparato que produce vibraciones mecánicas, las cuales se propagan únicamente por un medio sólido o líquido. Se trata de un tipo de corriente que tiene la capacidad de actuar en profundidad.

4.2) Efectos

Sus dos acciones principales son: antiinflamatoria y antiálgica.

4.3) Modo de empleo

Para su aplicación se precisa de un medio que transmita la onda entre el cabezal del aparato y la piel. Se suele emplear un gel específico para este tipo de aplicaciones y, también existe la posibilidad de la aplicación en medio acuático, gracias a la capacidad del agua de transmitir con facilidad este tipo de vibraciones.

El tiempo de aplicación es variable lo normal es entre 4 y 10 minutos.

5) CORRIENTES INTERFERENCIALES

5.1) Características

Es un aparato cuyo principio es más complejo que los anteriores basándose en el principio de despolarización de la fibra nerviosa.

5.2) Efectos

1) Reestructuración en los desequilibrios de tipo circulatorio.
2) Procesos de recuperación postraumática: contusiones; esguinces; luxaciones….
3) Analgesia.
4) Lucha contra la atrofia muscular

5.3) Modo de empleo

Se necesita un aparato específico capaz de producir este tipo de ondas, siendo su coste muy elevado en relación a los anteriormente presentados. Los tiempos de tratamiento oscilan según la patología a tratar, siendo la media de 10 a 20 minutos.

Espero que con esta exposición, haya quedado más claro para que se utiliza cada uno de los tratamientos. En el próximo artículo hablaremos de las corrientes electroestimuladoras, de sus efectos, sus diferentes tipos y, posibilidades que ofrecen tanto en la rehabilitación, como en la potenciación muscular.

http://www.menecesitas.com/2010/04/06/%C2%BFsirven-para-algo-las-maquinas-de-los-fisioterapeutas/

Triada,rotura de menisco y ligamentos

La rodilla, es posiblemente la articulación más propensa a sufrir lesiones en el desarrollo de todo tipo de disciplinas deportivas. A lo largo de una serie de artículos, comenzando por el presente, se van a comentar las patologías más comunes en la citada articulación referidas al menisco, los ligamentos asociados y, las lesiones a nivel óseo.

A) COMPONENTES DE LA RODILLA

A.1) ESTRUCTURA OSEA

La rodilla se define como una articulación bicondilea compuesta por los dos cóndilos femorales que, a modo de cilindros, giran sobre la superficie casi plana de los platillos tibiales. Todos los componentes que otorgan la estabilidad son del tipo de la cápsula de la articulación, los ligamentos y los meniscos. Ofrece dos caras articulares, una para el fémur y otra para la tibia.

La rodilla esta delimitada por la siguiente estructura ósea:

1) Tibia: Limita la articulación por su parte inferior.
2) Fémur: Limita la articulación por su parte superior.
3) Rótula: Actúa como elemento de fijación de los músculos y se articula con la tibia y el fémur.

A.2) CARTÍLAGOS

Presentes en todas las zonas de contacto articular, tienen la función de proteger las mismas. En el caso de la rodilla estos elementos se conocen como “meniscos”: ubicados entre el fémur y la tibia, amortiguan los posibles contactos entre las dos superficies existentes entre ellos, distinguiéndose un menisco interno y otro externo, son elementos muy susceptibles a sufrir lesiones.

A.3) CÁPSULA ARTICULAR

Se trata de una especia de red que recubre la articulación.

A.4) LIGAMENTOS

Existen cuatro estructuras ligamentosas fundamentales que estabilizan la articulación:

1) Ligamentos laterales: Interno y externo.
2) Ligamentos cruzados: Anterior y posterior

B) LESIONES DE MENISCO

Son las lesiones más comunes en el complejo estructural de la rodilla. El elemento en cuestión, se divide en dos zonas: una vascularizada sita en la zona externa y, otra no vascularizada, en la zona interna. En caso de lesión, si afecta a la primera zona, cabe la posibilidad de cicatrización, la cuál no es posible si se localiza en la segunda.

B.1) FUNCIONES DEL MENISCO

a) Absorbe los choques y/o transmisiones de carga en la articulación: evita el impacto entre el fémur y la tibia, gracias a su estructura elástica soporta las tensiones provocadas por el apoyo de la pierna.

b) Ayuda a lubricar la rodilla: mediante la secreción del líquido sinovial.

c) Limitación de los extremos de la flexión y extensión: actúa como tope.

d) Estabilizador de la rodilla

Con la edad el menisco va perdiendo parte de su porcentaje de agua, la pérdida de hidratación implica una disminución en su elasticidad, un proceso degenerativo que hace la zona más frágil, facilitando su ruptura.

B.2) MECANISMOS DE RUPTURA MENISCAL

Estadísticamente, el menisco interno es más propenso a la ruptura, como consecuencia de la aplicación crítica de fuerzas de tracción, compresión o una suma de ambas.

El mecanismo lesional más común es la suma de soportar el peso corporal y, un movimiento incorrecto en la zona, esto es, forzar la flexión unida a la rotación de la articulación; o bien, una extensión unida de nuevo a la rotación. Ambas confluencias de esfuerzos, provocan la compresión del menisco, cuando la acción se produce de una forma más violenta o bien de manera muy reiterada, puede producirse la lesión. El sentido de la rotación, determina la zona afectada del menisco.

B.3) FACTORES QUE FAVORECEN LA RUPTURA

1) Laxitud ligamentosa: Facilita el mecanismo lesional en extensión principalmente.

2) Insuficiencia muscular: Hace que la rodilla este más desprotegida, existe una menor estabilidad de la misma.

3) Hábitos laborales: ciertas profesiones exigen con frecuencia posturas forzadas en flexión.

4) Desviación de las rodillas en valgo o en varo: esto provoca una mayor compresión en ciertos compartimentos de la rodilla. En genu varo, las rodillas separadas con forma de “( )”, se produce una mayor compresión en la zona interna de la rodilla. En genu valgo, con rodillas en forma de “X”, se produce mayor compresión en el compartimento externo.

5) Obesidad: A mayor peso la presión a soportar en la rodilla es mayor.

6) Esfuerzos violentos: La práctica deportiva, la ejecución de gestos extremos, aumenta el riesgo de lesión.

7) Desgaste: En ocasiones, el mecanismo lesional puede ser algo tan cotidiano como bajar una acera o un peldaño, se da un apoyo un poco más fuerte de lo habitual sobre esta estructura ya castigada y se acaba por romper.

B.4) SÍNTOMAS DE ROTURA MENISCAL

1) Dolor: En un principio no presenta una ubicación definida, con el tiempo se suele ubicar en la zona posterior. Es habitual que el dolor aparezca en acciones de la vida diaria como son subir y bajar escaleras o cuestas.

2) Antecedentes traumáticos: El sufrir un episodio con una acción violenta en las situaciones anteriormente descritas (flexión o extensión unidas a la rotación).

3) Derrame sinovial: Como respuesta inflamatoria a la lesión de la estructura meniscal Este derrame, ocasiona un aumento de presión en la rodilla que, En las situaciones en la que la presión es grande, hace necesaria la punción para extraer el líquido.

4) Bloqueo: Se produce una incapacidad en la ejecución de movimientos de la rodilla, sobre todo en la extensión. El bloqueo se puede dar por:

4.1) Bloqueo antiálgico: En respuesta al dolor, los tejidos se retraen, limitando la extensión.

4.2) Derrame hemorrágico: Provoca el citado bloqueo.

5) Chasquido: El desplazamiento sobre el cóndilo de la superficie irregular del menisco provoca un ruido o chasquido. Este chasquido también puede asociarse a otras situaciones como puede ser la artrosis, con lo cual habrá que relacionar este aspecto con otros puntos diagnósticos.

B.5) DIAGNÓSTICO

1) Antecedentes: Se Debe tener en cuenta si existe un antecedente traumático. Asimismo, aspectos como la edad, hábitos, prácticas deportivas, ocupación laboral del sujeto, pueden darnos indicios de la posible lesión.

2) Exploración: Mediante palpación de puntos propensos al dolor, esto es, el espacio en la mitad de la rodilla o, la unión de tibia y fémur. Otras pruebas ,a realizar por un especialista, consistirán en flexionar la rodilla y rotar posteriormente el pie, siempre de manera suave. Si estos gestos provocan dolor, pueden significar una lesión meniscal.

3) Síntomas: Se han citado en el punto anterior.

4) Pruebas complementarias: La resonancia magnética suele ser el método más fiable, siendo prácticamente inútil la radiografía de la zona.

B.6) TRATAMIENTO

1) Frío local: efectivo durante las primeras 72 horas. Se utiliza la típica bolsa con cubitos de hielo o el cold pack (bolsa estanca con un gel en su interior que se enfría en la nevera); en caso de carecer de estos medios nos puede servir una bolsa de guisantes congelados o similar, Nunca en contracto directo con la piel para evitar quemaduras por congelación. Lo habitual es mantenerlo unos 20 minutos cada dos horas.

2) Reposo mínimo de 24 a 48 horas, para evitar aumentar la lesión.

3) Vendaje compresivo elástico, no rígido para no cortar la circulación de la sangre.

4) Elevación de la extremidad durante varios días. Si el paciente está tumbado, se coloca una almohada bajo la pierna, de forma que el pie esté más alto que el corazón. Si el paciente se sienta, apoyará la pierna sobre una silla.

5) Si existe derrame se puede aplicar un masaje con hielo o evacuatorio para disminuir el dolor.

A continuación se va a singularizar el tratamiento dependiendo de la zona afectada:

B.6.1) Lesión en la zona vascularizada:

1) Reposo de 7 a 10 días. Siguiendo las medidas anteriores.

2) Trabajo de potenciación muscular: se han de evitar esfuerzos y trabajos en las posiciones que actúan como tope en la rodilla (máxima flexión y máxima extensión). El trabajo de fortalecimiento ayudará a que la carga soportada por el menisco sea menor (nuestro preparador físico en la sección de “pico de forma” os puede ayudar en un programa de trabajo).

3) El período de dolor suele oscilar entre 10 y 20 días. Cuando hablamos de deportistas el período de descanso de práctica deportiva suele rondar el mes o mes y medio. Según la magnitud de la lesión en la estructura meniscal. Lo ideal es hacer otra resonancia control para corroborar que la cicatrización ha sido correcta.

4) En este grupo se encuentran los denominados “pinzamientos” del menisco. Son consecuencia de una compresión (normalmente en los bordes o cuernos del menisco), esto hace que se inflame el menisco a consecuencia de una pequeña rotura o desgarro de la zona. El período de recuperación suele ser de 10 a 15 días. El tratamiento es el arriba descrito.

B.6.2) Lesión en la zona no vascularizada:

Los primeros pasos son similares al tratamiento anterior en sus dos primeros puntos. El segundo es un elemento de trabajo previo a la intervención quirúrgica.

Cuando la afección en el menisco implica una intervención quirúrgica para proceder a su extirpación, cabe la duda de las bondades o perjuicios de la operación. En la intervención se procura reducir al máximo la zona a eliminar. Si la rotura se produce en una zona interna no vascularizada, se intenta extirpar el menor volumen posible para poder garantizar la funcionalidad futura del menisco; si la rotura se produce en la periferia se procede a realizar una sutura o una reinserción.

Como respuesta a la duda anterior, se ha comprobado a raíz de diversos estudios que el carecer de menisco acelera la aparición de problemas de artrosis en la articulación de la rodilla. Actualmente se ha empezado a trabajar con el implante de menisco, se trata de una técnica experimental, recomendada en pacientes propensos a la aparición de artrosis en la articulación. La técnica en si es controvertida y, precisa de ciertos requerimientos que imposibilitan a un amplio espectro de la población recurrir a la misma, entre ellos ser menor de 50 años.

Ligamento cruzado y ligamento lateral

Probablemente nos encontramos ante una de las lesiones más temidas por futbolistas, baloncestistas, esquiadores y, deportistas en general. Los motivos son derivados del tiempo de recuperación de la misma que prácticamente implica perderse la temporada , la posibilidad real de no recuperar el nivel de movilidad previo a la lesión y, el obligado paso por el quirófano en el caso de los deportistas, algo opcional aunque recomendable en los no practicantes, si se quiere volver a competir.

A) LIGAMENTOS DE LA RODILLA

Los ligamentos son haces de fibras de colágeno que tienen como función limitar el desplazamiento de la articulación por encima de los límites anatómicos y biomecánicos.

A.1) Ligamentos de la rodilla

1) Ligamento cruzado anterior (LCA): Es la estructura que se lesiona con mayor frecuencia, en ella nos centraremos en el artículo.

2) Ligamento cruzado posterior (LCP)

3) Ligamentos laterales externo/interno: Se comentarán sus pormenores en el siguiente artículo.

B) LESIONES DE LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR

Pese a haber comentado con anterioridad este tipo de lesiones, en este artículo se hará referencia concreta a las roturas y, la solución quirúrgica de las mismas.

El ligamento cruzado anterior es el freno principal (en un porcentaje aproximado del 90%) al desplazamiento anterior de la tibia, limita la rotación tibial y la angulación externa e interna de la rodilla cuando está completamente estirada.

Las mujeres tienen una mayor propensión a lesionarse el LCA dadas sus características anatómicas: mayor laxitud articular, pelvis más ancha lo cual condiciona una rotación externa de la tibia, el lugar donde se aloja el LCA en la rodilla (escotadura).

C) ¿CÓMO SE PRODUCE LA ROTURA DEL LIGAMENTO CRUZADO?

El mecanismo de rotura se fundamenta en un cambio brusco de dirección de la rodilla al decelerar de manera súbita. Un ejemplo gráfico de tal circunstancia es la realización de un mal apoyo de la extremidad tras un salto o bien, parar de manera precipitada durante una carrera
Los efectos de la rotura se traducen de manera clara en la expresión tan manida por los deportistas que la sufren de: “ se me ha quedado la rodilla clavada”

D) SÍNTOMAS DE LA ROTURA

- Se siente e incluso se puede llegar a oír un chasquido en el interior de la rodilla.
- Aparece una inflamación moderada o severa.
- Dificultad para apoyar la extremidad lesionada.
- Limitación para doblarla y estirarla, normalmente provocado por el dolor.
- Ante una exploración de la rodilla, el paciente refiere sentirla dolorida.
- Tendencia a mantenerla en semiflexión.
- Impotencia funcional a la marcha.

E) DIAGNÓSTICO

- En la lesión de ligamentos cruzados, serán positivos el signo del cajón anterior en caso de lesión de LCA, o del cajón posterior en caso de lesión del LCP.; en presencia de una lesión de LCA aguda, el signo del cajón anterior puede ser negativo. Son necesarias muchas veces otras pruebas.
- El estudio radiológico en dos planos permitirá descartar la existencia de fracturas o arrancamientos óseos a nivel de las inserciones de los ligamentos.
- Para una correcta valoración se precisa una resonancia magnética. Se debe tener en cuenta que en el momento de producirse la lesión y, en ciertas ocasiones debido al hematoma interno existente, se hace difícil el ver de forma correcta el estado del ligamento.
- El diagnóstico inicial es por lo general difícil, debido al dolor y, a las posibles lesiones combinadas y asociadas a lesiones meniscales (frecuente la lesión del ligamento lateral interno y menisco interno, la temida “tríada”), pero desde el punto de vista ligamentario, el clínico debe precisar si la lesión afecta a las estructuras periféricas del compartimiento interno o externo, o si afecta a los ligamentos cruzados (el LCA. es el más frecuentemente lesionado, siendo el LCP. sólo ocasionalmente afectado).
- La evolución natural de una ruptura de ligamentos conlleva a la inestabilidad crónica de la rodilla, provocando en el paciente la sensación de inseguridad en la misma, impidiéndole por ende la actividad deportiva y, limitando muchas actividades de la vida sedentaria.

F) SITUACIONES CON TRATAMIENTO NO QUIRÚRGICO
Existen una serie de situaciones en las cuales no es recomendable o bien, no se considera imprescindible la intervención y que se enumeran a continuación:
- Tratarse de una persona mayor y con un nivel de exigencia física diaria baja.
- Presentar un grado de inestabilidad de la rodilla mínimo.
- Inexistencia de lesiones asociadas.

F.1) La no intervención quirúrgica implica:

1) Capacidad del lesionado para cumplir con un programa de rehabilitación prolongado: reforzamiento muscular (cuadriceps, isquiotibiales).
2) A menudo se precisa una rodillera estabilizadora para realizar determinadas actividades deportivas (especialmente en las que existe un stress rotación al de la rodilla) o, simplemente para caminar (decisión personal y opcional).
3) Probablemente cambiar el nivel y tipo de actividad deportiva. En el caso de ser muy exigente.

G) TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Las opciones de cirugía han ido variando a lo largo de los años, actualmente se mantiene un patrón establecido y generalizado: la artroscopia. Esta técnica en sus albores habitual en la rodilla, se ha ido extendiendo al resto de las articulaciones. Anteriormente se empleaban cirugías abiertas y, pese a la existencia de partidarios de dicha técnica, se ha demostrado la artroscopia como mejor opción. Del mismo modo ha habido variaciones en cuanto a la plastia empleada para sustituir el ligamento roto.

G.1) Técnicas utilizadas
1) En un principio se empleaban plastias artificiales actualmente en desuso.

2) Autoinjertos con dos opciones:
- Plastias “hueso – tendón – hueso” a partir del tendón rotuliano. Obtenido del extremo inferior de la rótula, tendón rotuliano y tuberosidad tibial anterior. Esta zona de donde se obtiene el injerto se regenera por completo y al año muestra las mismas características que presentaba anteriormente.
- Plastias obtenidas de los tendones situados en la parte posterior de la rodilla (denominados “pata de ganso”).
-
3) Aloinjertos: Tendones obtenidos a partir de un cadáver. Ante los efectos que provoca la extracción de las fibras de un tendón de la propia persona: sangrado, inflamación, alteración de la estructura afectada. Es una opción de futuro con grandes posibilidades.

H) TRATAMIENTOS PREVIOS Y POSTOPERATORIOS

H.1) Previo a la intervención
- Hielo para disminuir la inflamación: Los tres primeros días cada dos horas de 10 a 15 minutos. A partir de esos tres primeros días al menos tres veces al día.
- Evitar el apoyo de la pierna en esa semana posterior a la lesión, será necesario el apoyo de muletas.
- Si el tiempo de espera a la intervención se alarga. Se debe retomar la actividad para mantener la fuerza de la pierna. Es conveniente realizar actividades como la natación o, la bicicleta sin resistencia ( si la rodilla lo permite). Además de ejercicios de fortalecimiento de la pierna, se puede emplear la electroestimulación.

H.2) Tras la intervención:

Los plazos de la recuperación son variables y, están comprendidos entre los 4 y los 6 meses.

A continuación se van a exponer una serie de indicaciones para una correcta rehabilitación de la zona ordenadas de manera cronológica:

1) Primera semana
- Reposo absoluto.
- Hielo: 15 minutos cada dos horas.
- Posibilidad de electroestimulación del cuadriceps y la musculatura posterior (isquiotibiales).
- Ejercicios activos de extensión de la rodilla.
- Movimientos pasivos de la rodilla buscando la flexión, dentro del rango que nos permita la rodilla.
- Desplazamiento mínimo (siempre con muletas)

2) Segunda semana
- Desplazamiento con muletas (carga parcial)
- Hielo tres veces al día.
- Ejercicios activos de flexión de la rodilla (hasta 90º).
- Masaje drenante para disminuir la inflamación.
- Retirada de los puntos.

3) Tercera semana
- Movilización de la rótula
- Marcha sin muletas, reeducar la marcha.
- Ejercicios activos de flexión de la rodilla hasta el umbral del dolor.
- Ejercicios en piscina

4) Cuarta semana
- Flexión pasiva de la rodilla, forzándola, se suele trabajar entre los 90 – 110 º.
- Entrenamiento propioceptivo y de equilibrio.
- Ejercicios para potenciación de la pierna.
- Inicio de trabajo con bicicleta, buscando insistir también en la extensión de rodilla.

5) Semanas posteriores:
- Ir forzando la rodilla hasta llegar a los rangos de movimiento habituales, tanto de flexión como de extensión.
- Ir aumentando poco a poco la intensidad de las actividades: trote suave, carrera…
- Los ejercicios propioceptivos son fundamentales para la correcta recuperación de la rodilla.
- Ejercicios de fortalecimiento de la musculatura anterior y posterior de la pierna.
- Como se había citado el tiempo para retomar la práctica deportiva oscila entre 5 y 6 meses. Para la vida cotidiana y laboral está entre el 3 y 4 meses.
- La recuperación completa de la rodilla suele rondar período de un año,

Con este artículo se dan por explicados los conceptos generales de la lesión de ligamento cruzado

http://www.menecesitas.com/2010/04/29/la-triada-rotura-de-menisco-y-rotura-de-ligamentos/

Codo de tenista y de golfista

A pesar de que estas dos lesiones son casos particulares de la tendinosis, he creído pertinente dedicar un estudio particular a las mismas dada la frecuencia con la que suelo tratar a pacientes con este tipo de dolencias que, paradójicamente, no suelen ser practicantes, ni tan siquiera ocasionales, de los deportes que describen la patología y, por esto, al acudir a recibir tratamiento con el diagnóstico antes mentado, suelen preguntarme como puede haber surgido.

1) DEFINICIÓN DE LAS LESIONES

La musculatura del antebrazo, tiene como puntos de inserción el húmero, en sus dos vértices, el epicóndilo (codo de tenista) o la epitróclea (codo de golfista).

1.1) CODO DE TENISTA

Se ubica en la zona externa o parte superior del antebrazo en la zona de la articulación. Su origen suele estar asociado a la reiteración o solicitación excesiva al mover en extensión o rotación forzada la muñeca o el antebrazo.

La lesión consiste en la inflamación de la zona de inserción de los tendones de los músculos extensores de la muñeca y dedos con inserción en el epicóndilo (I y II radial, cubital posterior, extensor de los dedos y supinadores largo y corto).

1.2) CODO DE GOLFISTA

Es una lesión similar a la anterior aunque menos común. Su causa se deriva de un uso excesivo de los músculos empleados para cerrar la mano, esto es, la musculatura flexora. Los síntomas son: dolor en la parte interna del codo al doblar los dedos o las muñecas.

Bajo estas premisas, es normal que la epicondilitis se encuentre asociada a la práctica del tenis, debido a que estadísticamente uno de cada dos tenistas sufren esta patología a lo largo de su carrera deportiva a consecuencia del movimiento repetitivo y violento que se realiza al golpear la pelota con la raqueta. Sin embargo, este tipo de gesto se realiza en actividades más cotidianas como por ejemplo: trabajo con destornilladores, con el ratón del ordenador, al despiezar carne con cuchillos, etc… .

El mayor problema de este tipo de lesiones, es la escasa importancia que se les suele dar en sus inicios al presentarse como una simple molestia. Sin embargo, de no ser tratada evolucionará a un dolor puntual de ahí, a un dolor constante pero suave y, finalmente se convertirá en un dolor agudo que llega a incapacitar al individuo hasta el punto de no poder sujetar un vaso.

2) SÍNTOMAS
a) Dolor en la cara externa del codo, al ejercer presión o, al realizar movimientos simples VS dolor en la cara interna del codo.

b) Dolor que a veces incluso llega a afectar a la zona del antebrazo y  los dedos, pudiendo provocar parestias (sensación de adormecimiento de los dedos).

c) Imposibilidad a realizar la extensión/flexión de muñeca y la supinación/pronación del antebrazo, es la maniobra por la cual pasamos a mostrar la palma de la mano, en el caso de la supinación, al revés para la pronación.

d) Aunque la movilidad rara vez esta comprometida, si el dolor es muy agudo puede llegar a limitarse, imposibilitando el desarrollo articular completo.

3) CAUSAS
a) Reiteración de un gesto sea deportivo (golpear con un palo de golf, bate de baseball o, raqueta de tenis) o bien dentro de la actividad laboral (limpiar cristales, desatornillar).

b) Someter a la articulación a una postura incorrecta y forzada o, una excesiva Tensión de los tejidos blandos que desencadena la irritación de las estructuras tendinosas.

c) Sufrir un impacto directo por caída o golpe o bien un tirón en la zona del codo/antebrazo. Si el traumatismo es muy violento, puede derivar en una rotura de fibras del músculo.

d)  Otras causas por las cuales puede aparecer la inflamación pueden ser. Reumatismo, artritis o, gota.

4) DIAGNÓSTICO

4.1) MEDIANTE TÉCNICAS DE MOVIMIENTOS TIPO

Para realizar un diagnóstico correcto, se realizan una serie de pruebas que tienen como finalidad reproducir las molestias típicas de este tipo de lesiones mediante una serie de movimientos:

a) Desde la posición de sentado, pedir al paciente que se incorpore con el codo en extensión.

b) Desde una posición neutra, palma de la mano mirando al suelo, y una ligera flexión de codo, pedirle al paciente que gire la mano y estire el codo, poniéndole resistencia. Al revés para la epitrocleitis, esto es, el movimiento contrario.

c) Mediante maniobra de varo forzado a partir de una ligera flexión de codo se reproduce el dolor característico en el epicóndilo. El valgo forzado daría dolor en el epitróclea.

d) Existen otras técnicas, como la maniobra de Millis, una excelente prueba diagnóstica, pero que son un poco más complejas.

4.2) MEDIANTE TÉCNICAS EXPLORATORIAS

Una vez realizadas las pruebas anteriores, es conveniente corroborar los resultados  mediante una serie de pruebas complementarias:

a) Palpación: Prueba muy útil y significativa debido a que el dolor suele estar bastante focalizada.

b) Radiografía: No suele dar resultados útiles que nos revele la lesión.

c) Resonancia magnética: Suele delatar una zona de incremento de señal a la altura del tendón que indica una inflamación.

d) Ecografía: Nos servirá para observar la citada inflamación de la vaina que recubre el tendón.
e) Electromiografía: Utilizada en muchos casos, para descartar que el origen del problema sea de tipo neurológico o bien, para descartar un problema de hombro o cuello debido a que los nervios que pasan por el codo hasta la mano, pasan por las cervicales.

5) PREVENCIÓN

a) Ejecutar los gestos de manera correcta tanto en el ámbito deportivo como en el laboral o cotidiano, no centrando los esfuerzos en puntos determinados del cuerpo e implicando más partes del mismo en su realización. Por ejemplo, en el caso del codo, nos podemos ayudar del hombro, codo o cadera.

b) Evitar actividades asimétricas, esto es, con un solo brazo. Lo ideal sería trabajar de forma bilateral para repartir la carga de trabajo.

c) Aplicación de vendaje preventivo u ortesis para fijar la sujeción. Es útil como un remedio puntual durante la realización de la actividad.

d) En los deportes como el tenis hay que tener en cuenta una serie de consideraciones:

- Implicar en los golpeos, tanto el tronco, como el brazo, tratando de fijar la muñeca a la hora de recibir la pelota.

- Elegir adecuadamente el material deportivo, esto es, Una raqueta con la tensión adecuada en el cordaje, una pelota en condiciones y de calidad.

- Otros factores como la distancia desde la cuál se golpea o la superficie de juego deben tenerse en cuenta.

6) TRATAMIENTO

6.1) FASE 1:

En primer lugar, describiremos los pasos a seguir para paliar la fase aguada de la lesión:

a) Crioterapia: Se aplica para reducir la inflamación. Se puede aplicar de manera directa o bien, mediante un masaje con hielo, pasando un cubito de hielo sobre la zona afectada sin dejarlo fijo en un punto concreto.

b) Reposo: Durante la fase aguda. Si no es posible debe evitarse al menos los movimientos que producen la sensación de dolor, durante un periodo de una semana a diez días.

c) Electroterapia:

- Ultrasonidos: Para disminuir la inflamación. Mejorando la vascularización de la zona. Suele ser lo más efectivo.

- Tens/interferenciales: Para disminuir el dolor, como medida analgésica.

d) Masaje profundo (cyriax) / masaje descontracturante: Es una técnica muy aplicada al tratarse de una tendinosis, teniendo cuidado de no provocar parestesias (hormigueos en los dedos).

e) Estiramientos leves de los extensores de muñeca y dedos y relajación de la musculatura de la zona.

6.2) FASE 2:

Una vez paliado el dolor más agudo, se puede comenzar con el trabajo de estiramientos más exigentes, debido a que cuando existe dolor este trabajo esta muy limitado, a continuación se explicaran los procesos a seguir durante esta segunda fase de tratamiento y recuperación:

a) Estiramientos intensos: Extensores y supinadores para un caso y, flexores y pronadores para el otro. Sea cual sea el problema, es conveniente estirar ambos grupos musculares. La duración de los estiramientos es de 15 a 20 segundos, unas 3 ó 4 veces al día.

b) Vendajes u ortesis: Para limitar el movimiento o ayudar a una mejor fijación de la zona.

c) Antiinflamatorios: Por vía oral tardan más tiempo en hacer efecto y los tratamientos son más largos. Una variante muy empleada es la infiltración pero, como ya se ha comentado en otras ocasiones, no conviene abusar de esta al existir riesgos inherentes a su aplicación.

d) Cirugía: En caso de no funcionar los tratamientos anteriores se emplea como último recurso. La intervención persigue liberar la inserción en el tendón, reduciendo la tensión existente y mejorar la vascularización de la zona.

6.3) FASE 3:

Una vez tratada la lesión con eficacia, el siguiente paso es recuperar la zona con rehabilitación de manera que se eviten recaídas, reforzando la zona, para ello se recomienda lo siguiente:

a) Propiocepción: Se recurrirá a una serie de ejercicios concretos para completar la recuperación dependiendo de la lesión sufrida. Se pueden trabajar también en las fases anteriores.

b) Potenciación: El trabajo será progresivo y, no conviene comenzar hasta haber remitido el dolor  considerablemente. Dependiendo de la respuesta se irá aumentando la intensidad del trabajo siguiendo las sugerencias subsiguientes:

1) Trabajo isométrico: consiste en mantener un esfuerzo en una posición fija, esto es, se coloca una ligera resistencia que imposibilite el movimiento, evitando el desplazamiento de la misma por parte del paciente.

2) Trabajo contra resistencia: Movimientos de flexión y extensión con un saquito (por ejemplo medio kilo de arroz o bien, una botella de medio litro de agua). Debe mantenerse la posición unos segundos en el límite articular (trabajo isométrico) y, retornar a la posición inicial de forma controlada (trabajo excéntrico). Se deben realizar series de trabajo de 10 repeticiones en tres tandas ( 3 X 10 ejercicios), insertando una serie de estiramientos entre las series.

3) Trabajos complementarios: En la actualidad esta de moda el Powerball. Este curioso artilugio permite potenciar la musculatura de la muñeca, codo e incluso hombro. El trabajo con este aparato es muy intenso, lográndose resultados beneficiosos con pocas series.

4) Retorno a la actividad deportiva o laboral: Una vez retomada la actividad se debe continuar con el trabajo antes descrito con el fin de seguir potenciando la musculatura.
Dependiendo de la variante de la lesión (codo de tenista o de golfista) se trabajará una zona u otra de manera similar. Aun así, conviene no descuidar ninguna de las dos zonas debido a que, una vez aparecida una descompensación en un lado, se puede producir, en caso de no prevenirla de manera efectiva, una lesión en la zona contraria.

Con esto se da por concluido el tema de manera general.

Podéis leer el artículo en:

http://www.menecesitas.com/2010/07/21/codo-de-tenista-y-codo-de-golfista-tratamiento-y-prevencion/

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