Condromalacia rotuliana

a rótula o patela constituye una parte fundamental en la biomecánica de la rodilla. Esta circunstancia, confiere por ende una notable importancia a las lesiones que afectan a dicha estructura. La condromalacia rotuliana es la dolencia más habitual en la zona antes citada. A continuación se van a explicar los pormenores de la misma.

A) ¿QUÉ ES LA CONDROMALACIA?

La condromalacia, consiste en una degeneración de la superficie cartilaginosa existente en la cara posterior de la rótula consecuencia del roce del cóndilo femoral sobre la misma o bien, por un crecimiento anómalo del cartílago.

Esta afección, como tantas otras producto del desgaste, es padecida especialmente por personas que someten la articulación a esfuerzos regulares y exigentes siendo muy común en deportes como el rugby, ciclismo, deportes de frontón, remo, danza clásica, etc….

B) MOTIVOS DE LA LESIÓN

1) Cargas excesivas o muy reiteradas: Como se ha citado previamente suele ser la causa principal.

2) Traumas o golpes que afectan directamente a la rodilla.

3) Sobrepeso: El cuál provoca sobrecargas de trabajo.

4) Alteraciones que afectan a la biomecánica estructural de la articulación:

4.1) Variación de la estructura extensora de la rodilla.
4.2) Pronación del pie.
4.3) Rótula alta respecto a la posición considerada como normal

5) Anomalías congénitas de la rótula

6) Edad: la aparición de la artrosis favorece este tipo de lesión.

C) GRADOS DE LA LESIÓN

1) Grado 1: Aparece el edema, afectando de forma directa el cartílago rotuliano provocando un progresivo reblandecimiento.

2) Grado 2: Existe una alteración de la estructura cartilaginosa, Lo cuál deriva en su paulatina descomposición.

3) Grado 3: Se pueden observar fisuras o fragmentación.

4) Grado 4: Existe una perforación.

5) Grado 5: La zona afectada provoca lesiones a nivel óseo.

D) SÍNTOMAS

1) Alteración de la sensibilidad de la rodilla.

2) Dolor de la rodilla, Se hace más patente en las siguientes circunstancias:

2.1) Aumentando al permanecer sentado durante un tiempo prolongado, o al levantarse de la silla.
2.2) Empeora al subir escaleras.

3) Sensación de rozamiento o “cepillo” cuando se extiende la rodilla.

E) DIAGNÓSTICO

1) Si se realiza una exploración directa se puede observar:

a) Hinchazón y un aumento de la sensibilidad de la rodilla.
b) Alteración de la posición de la rótula.
c) Durante la extensión de la rodilla si al presionar la rótula existe dolor, es muy posible que se trate de la mentada patología.

2) Observación mediante pruebas radiológicas.

a) Radiografía: no suele aportar información concluyente, si bien puede dejar patente los signos de desgaste o artrosis.
b) Resonancia magnética: es el elemento más fiable y, el método de corroborar las hipótesis anteriores para así, diagnosticar correctamente la lesión.

F) PREVENCIÓN

1) Evitar, en la medida de lo posible, el uso excesivo de la articulación de la rodilla: o paliar las consecuencias del mismo con cuidados posteriores al esfuerzo (por ejemplo, aplicar hielo a posteriori como antiinflamatorio).

2) Potenciar la musculatura de la pierna: Fortaleciendo sobre todo, el cuadriceps (en especial, los fascículos laterales, vasto externo e interno), siendo conveniente reforzar también la musculatura isquiotibial.

3) Evitar cargas de trabajo cuando la rodilla se encuentre flexionada.

4) Trabajo propioceptivo

5) Vendaje apropiado: el objetivo del mismo, es buscar una correcta alineación de la posición de la rótula.

G) TRATAMIENTO

1) Reposo temporal de la actividad: En función de la intensidad del dolor se habrá de optar por el cese temporal de la práctica deportiva o, la disminución de la intensidad de la misma.

2) Empleo de medidas antiinflamatorias: Aplicación de hielo y/o medicamentos para disminuir el dolor y la inflamación.

3) Fortalecimiento y estiramiento de las estructuras musculares que rodean a la rodilla: Se recomienda el trabajo isométrico y las cargas con poca flexión (trabajo entre 0 – 30 grados de flexión)

4) Higiene postural: Evitar las posiciones de máxima flexión.

5) Infiltración:

5.1) Medicamentos antiinflamatorios.

5.2) Sustancias para favorecer la regeneración del cartílago: como por ejemplo el ácido hialúronico, que ayuda a mejorar la vascularización de la zona y alivia el dolor.

6) Cirugía: La intervención buscará corregir la posición de la rótula.

7) Otra posibilidad, en mi opinión de dudosa eficacia en este tipo de lesión, es el recurso de la medicina alternativa natural. La ingesta de cartílago de tiburón, es un recurso empleado para este tipo de patología si bien, los resultados son ciertamente cuestionables.

De esta forma, se da por concluido el apartado referente a las lesiones de rodilla que ha ocupado la sección estas últimas semanas. Animo a los lectores de esta sección, no sólo a plantear dudas, sino a proponer nuevos temas que os resulten atractivos, os inquieten o bien, os afecten de un modo u otro, todas las sugerencias serán atendidas en la medida de lo posible.

http://www.menecesitas.com/2009/07/08/condromalacia-rotuliana-lesiones-de-rodilla/

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