Fascitis plantar.

La zona concreta sobre la cuál se produce la lesión es la fascia plantar, una estructura de tejido conjuntivo ubicada en la planta del pie de carácter fibroso que recubre los músculos de la zona en cuestión. Se compone por 5 bandas, las cuales recorren el pie desde el talón hasta la base de cada dedo.

Su función consiste en sujetar la bóveda plantar y amortiguar las presiones que repercuten sobre la planta del pie. Si dichas presiones son excesivas, se produce una sobrecarga derivando a su vez en una inflamación de los tejidos circundantes, afectando incluso la estructura ósea y, produciendo problemas en la inserción posterior. Esta lesión, suele presentarse asociada a otro tipo de patología denominada: “espolón calcáneo” (el “calcáneo” es el hueso que conforma la estructura del talón del pie).

Es importante puntualizar la relación causa / efecto de ambas lesiones, puesto que, al estar asociadas, suele inducir a equívocos. El “espolón calcáneo” es una de las posibles consecuencias de la fascitis, nunca la causa de la misma y, como tal debe ser tratado.

B) CAUSAS

Existen una serie de factores de riesgo que favorecen la posibilidad de padecer la citada dolencia:

1) Sobrepeso: La consecuencia directa, es una presión proporcional a la magnitud del mismo, a mayor peso mayor presión sobre la estructura plantar.

2) Apoyos indebidos o perjudiciales:

2.1) Caminar descalzo en superficies muy duras.

2.2) Cambios bruscos, en el caso de los deportistas, de las superficies de entrenamiento.

3) Calzado inadecuado: El calzado debe ser un buen soporte para la planta del pie y, amortiguar los impactos. En caso de emplear tacones o plataformas, no deberían presentar alturas excesivas. En el ámbito deportivo debe emplearse un calzado acorde con la actividad, evitando desgastes excesivos o deficiencias en la amortiguación.

4) Alteraciones en el arco del pie: El pie plano o un exceso de arco en el mismo, predisponen a padecer la lesión, al producirse un aumento de tensión debido a la deformación.

5) Problemas en el tendón de aquiles: dificulta la distribución de esfuerzos perjudicando las estructuras adyacentes.

6. Falta de capacidad de estiramiento en la musculatura posterior de la pierna (sóleo y gemelo principalmente).

7) Permanecer parado y de pie durante tiempo prolongado (algo típico en dependientas y cajeras) o, por el contrario, caminar en exceso (es el caso de los maratonianos).

8) Enfermedades reumáticas asociadas (gota, psoriasis, enfermedades de tiroides…).

C) SÍNTOMAS

1) Dolor en la parte inferior del talón. Localizado en la planta del pie llegando incluso hasta los dedos.
2) La dolencia tiene la particularidad de aparecer por la mañana, la fascia se contrae durante la noche y, desaparece al caminar un poco (se produce un estiramiento de la fascia), debido al estiramiento de la zona. Asimismo, suele presentarse al sobrecargar la zona, mejorando con el reposo.

3) Se produce una sobrecarga en la que influyen un exceso de pronación y/o el aumento brusco de la intensidad o volumen de entrenamiento. En ocasiones, en lesiones crónicas, se osifica la inserción de la fascia formando el llamado espolón calcáneo.

4) La fascia aumenta su sensibilidad a la palpación, siendo esta dolorosa.
D) DIAGNÓSTICO

La lesión se muestra de manera inequívoca siguiendo un patrón, más o menos acentuado dependiendo de la gravedad de la lesión:

1) La parte inferior del talón se inflama y presenta una rigidez superior a la habitual, presentando a su vez enrojecimiento.

2) Sensación de dolor al extender la planta del pie y, al llevar los dedos hacia el tobillo.

3) El método más plausible para realizar un diagnóstico adecuado es la ecografía o bien, aunque de manera menos utilizada, la resonancia magnética. Al tratarse de una estructura de tejido conjuntivo, la radiografía sólo podría descartar la aparición de espolón calcáneo, pero no evidenciaría la lesión en caso de existir.

E) PREVENCIÓN

1) Evitar los factores de riesgo enumerados en apartados anteriores.

2) Estiramiento de la zona posterior al esfuerzo: Es una técnica de prevención indispensable. Se puede ejecutar tirando, por ejemplo, de los dedos y antepie hacia nosotros durante 20 segundos.

3) Emplear calzado adecuado: Es preciso usar varios pares de zapatillas y cambiarlas con asiduidad. Si se padecen problemas de pisada, deben utilizarse las plantillas correctoras convenientes en cada caso.

4) Controlar la intensidad del entrenamiento en el caso de los deportistas: Para evitar sobrebrecargas y, garantizar la integridad de la estructura.

F) TRATAMIENTO

Algunas de las siguientes medidas pueden servir tanto para tratar la lesión, como para prevenirla en muchas ocasiones:

F.1) Medidas higiénicas

1) Reposo relativo evitando sobrecargar la zona.

2) Usar calzado de suela almohadillada.

3) Cuidar el peso, evitando la obesidad.

4) En el caso de deportistas, adaptar la actividad.

F.2) Tratamiento médico

1) Aplicación de agentes antiinflamatorios:

- Aplicación de frío (hielo).

- Antiinflamatorios no esteroideos.

2) Ortesis

Esto es, utilizar plantillas ortopédicas para la zona del talón. Estas plantillas descargan la tensión de la zona afectada, corrigiendo la estática del pie. Se suelen emplear en ocasiones ortesis nocturnas, para evitar posiciones de tensión en la estructura lesionada.

Las taloneras, suelen ser recomendadas cuando aparece asociado el espolón calcáneo.

3) Infiltraciones

Es una medida efectiva pero a la vez dolorosa. No es conveniente prolongar su uso. Su empleo debe limitarse a un máximo de tres aplicaciones espaciadas entre sí un mínimo de 15 días.

Este tratamiento es de carácter paliativo, es decir, únicamente hace desaparecer la molestia de manera temporal, no garantizándose los efectos positivos que se puedan derivar del mismo.

4) Inmovilización permanente

En caso de fracasar lo anteriormente expuesto, se procede a enyesar el pie con una férula de yeso corta (hasta la rodilla, nunca por encima de esta), por un periodo de 3 a 6 semanas, lo cuál reduce de manera significativa el dolor y la inflamación.

Otra alternativa a la férula sería la “bota de yeso”, similar en aspecto a una bota de esquí, que presenta la comodidad de poder quitarse para tomar una ducha aunque, para ser efectiva, debe usarse el resto del tiempo.

5) Cirugía

Se recurre a la intervención quirúrgica como última opción en caso de no ser efectivas las anteriores. El objeto de la misma es liberar la fascia

F.3) Medidas fisioterapéuticas

1) Tabla de estiramientos: Deben centrarse en la fascia plantar, sóleo y, gemelos, evitando la tensión excesiva en el tendón de aquiles.

2) Ejercicios con toalla: Con el pie descalzo colocar una toalla debajo del pie y tratar de tirar de la toalla con el pie.

3) Calor: Se emplea al levantarse por la mañana, ayuda a relajar la zona.

4) Masaje durante 5 minutos de la planta del pie con una pelota de golf, tenis o, similares de menor dureza.

5) Masaje transverso profundo o cyriax, de aplicación dolorosa pero con buenos resultados.

6. Baños de contraste: 3 minutos en agua caliente, 1 minuto en agua fría, repetir el proceso 4 veces.

7) Fortalecimiento de la musculatura plantar: (30 segundos de contracciones isométricas).

8) Empleo de electroterapia: ultrasonidos y baños de contraste.

9) Tapping o vendaje: Suele ser una medida muy eficaz sobre todo para la realización de la práctica deportiva.

Fascitis plantar

Both comments and pings are currently closed.

Comments are closed.

Powered by WordPress | Shop Free Cellular Phones at Bestincellphones.com. | Thanks to Best CD Rates, iCellPhoneDeals.com Offers Best Cell Phone Deals. and Incinerador De Grasa